Melissa Seller, estaba hastiada de que Jace la siguiera a todas partes. Para aquél momento, ya no encontraba la manera de hacer que Jace comprendiera que ella no tenía ni el más mínimo interés por él. Sin embargo, Jace Collins era un muchacho bastante obstinado. Toda su vida, había estado acostumbrado a obtener todo lo que quería. Y Melissa Seller, no sería una excepción. O al menos eso pensaba él.